La diversidad cultural de la Provincia de Bocas del Toro
Es el pueblo originario más numeroso de Panamá y también de la provincia de Bocas del Toro, donde están distribuidos por toda la región con la excepción del valle del Río Teribe, donde se ubican los Naso Tjer Di. Fuera de Bocas del Toro, cuentan con su Comarca Ngäbe-Buglé, creada y reconocida por la Nación en 1997, pero también se los encuentra en las provincias de Chiriquí, Veraguas, Coclé y en la vecina Costa Rica.
Están distribuidos a lo largo de ámbas márgenes del Río Teribe, aunque hay pequeños grupos que habitan en las regiones adyacentes, incluyendo la vecina Costa Rica, donde son conocidos como Térrabas. Los Teribes, como se los llamaba antes, han reclamado la creación de su comarca, pero su anhelo no se ha visto aún satisfecho. Los Naso Tjer Di tienen la particularidad de ser gobernados por un rey, hecho único en America.
Es un grupo originario con gran presencia en el cantón de Talamanca, Costa Rica, donde están asentados en la región montañosa a partir de la frontera con Panamá y con una pequeña presencia en comunidades cercanas al Río Sixaola, en el territorio bocatoreño. Como a estos pueblos las fronteras le han sido impuestas, esta presencia binacional de este pueblo así como de Ngäbes y Naso Tjer Di, es normal en las mismas.
Desde la creación de la Comarca Ngäbe-Buglé, ambos pueblos originarios han sido erróneamente interpretados como uno sólo. En realidad ambos (Buglé y Ngäbe) son etnias diferentes, cada una con sus propias costumbres y lenguaje. Los Buglé habitan sectores de la Comarca a orillas del Mar Caribe, que eran parte de la provincia de Bocas del Toro, pero también viven integrados en comunidades Ngäbe de esta misma provincia.
Aún cuando ya existían negros en Panamá, traídos como esclavos por los españoles a partir de comienzos del siglo XVI, tres fueron los hechos que marcaron la presencia de Afroantillanos (provenientes de islas del Caribe de habla inglesa y francesa) los que provocaron su asentamiento en la costa caribeña, especialmente en Colón y Bocas del Toro:
la construcción del ferrocarril entre Panamá y Colón, durante la fiebre del oro de California, la aparición de las compañías bananeras y la construcción del Canal de Panamá, obras en las que fueron contratados como mano de obra.
Después de ese último evento, a comienzos del siglo XX, unos 20,000 afroantillanos se establecieron en suelo panameño mientras el resto se volvió a sus islas, entre ellas Jamaica, San Andrés y Martinica. Unos pocos, provenientes de esta última, hablaban francés.
En Bocas del Toro los integrantes de esta importante etnia, habitan actualmente en las ciudades principales de la Provincia, como Bocas del Toro, Almirante y Changuinola, y en menor cantidad en Chiriquí Grande.
Sin embargo, el lugar por excelencia que nos trae a la mente ese colorido y alegre pueblo es el poblado de Bastimentos, donde hasta sus viviendas nos llevan mentalmente al legendario Caribe.
Más sobre Bastimentos