El sendero puede ser dividido en dos partes, la primera acuática y la segunda terrestre. En la primera de ellas, el bote entra en un arroyo que discurre entre manglares, al inicio, siguiendo por un sector arbolado a ambos lados, donde pueden ser observados perezosos y numerosas aves. Por fin, el bote llega a un pequeño muelle, donde se inicia la segunda parte del sendero, tan interesante como la primera. Se sigue, caminando por un terreno plano, con puentes de madera rústicos, donde se pueden observar antiguas plantaciones de cacao y de banano abandonadas y, a continuación, se entra en el bosque húmedo. Esta segunda parte del viaje termina en una cueva donde habitan cientos de murciélagos.
